La convicción nos lleva a la acción y no existe acción sin motivo, esta a su vez produce la energía que nos impulsa a realizar lo que deseamos.
El líder de excelencia debe comprometerse en primer lugar consigo mismo, por lo que el objetivo es analizar la convicción que ha lanzado a la acción a nuestros líderes más destacados de nuestro tiempo. A través del autoconocimiento y auto control para lograr aplicar una avanzada inteligencia emocional con nuestros colaboradores.