La dirección más que una ciencia es un arte. El tener una visión clara es esencial para garantizar el éxito corporativo, el líder depende de sus seguidores para convertirlos en realidad. El arte de integrarlos, comprometerlos y llevarlos a la acción, es una tarea fundamental, en cualquier tipo de organización el participante realiza un simulador para que el mismo encuentre su grado de eficiencia en el manejo de problemas y conflictos.